La crisis generada por la pandemia del coronavirus ha alcanzado de lleno al mundo del toreo. Tras un año de ausencia en los ruedos, vuelven con limitaciones y medidas especiales para garantizar la seguridad entre los asistentes.
‘Mi cámara y yo’ se acerca a la primera gran feria taurina tras el confinamiento y este año de parón en el sector para comprobar cómo afrontan esta vuelta y qué daños les ha provocado la cancelación de ferias.
Por primera vez la feria de San Isidro, la más importante en el mundo del toro, no se celebra en la mítica plaza de Las Ventas. Las nuevas medidas que impone la pandemia del coronavirus lo hace inviable. Por eso, el cartel se cuelga en el Palacio de Vistalegre. Hasta allí nos trasladamos para comprobar cómo se celebra, cómo se preparan y sortean los toros y cuáles son los ánimos con los que llegan toreros, ganaderos y espectadores.
Esta crisis también ha afectado a una fábrica que vive del toreo: la fábrica de puyas y banderillas ‘Tarcia’, de Alcorcón. Nos enseñan cómo se fabrican de forma artesanal las banderillas y qué pérdidas han tenido por este parón en los ruedos.
Y quiénes se encuentran, según dicen ellos mismos, al borde de la quiebra, son las ganaderías. Sus fincas están llenas de toros a los que deben seguir cuidando y alimentando y durante un año entero no han podido vender ninguno. Sus pérdidas se estiman en un 95%. ‘Mi cámara y yo’ visita la ganadería del madrileño José Escolar, en donde también nos encontramos con un torero que ahora preside varias asociaciones taurinas: ‘El Fundi’.