Chinchón ha entrado en su tercera semana de cierre perimetral como medida para reducir el alto número de caso de Covid-19. Aunque no se puede entrar o salir del municipio salvo causa justificada, los vecinos denuncian que la localidad se llena los fines de semana de turistas procedentes de otros puntos de la región.
Los dueños de restaurantes y bares reconocen que se dan en ocasiones "situaciones violentas" cuando se invita a marcharse a algunos clientes con la consumición sin finalizar, por no contar con la debida justificación.
Desde el Ayuntamiento de Chinchón se reconoce que no es posible hacer frente a los controles derivados de la decisión de restringir la movilidad en el municipio por parte de la Consejería de Sanidad, y a la vez atender otras incidencias que puedan surgir.