Los vecinos de la calle Oropéndola de Aranjuez han denunciado el incremento del número de gastos en esa zona del municipio ribereño, debido a que hay quien se dedica a alimentarlos, a la vez que se han dado casos de personas que han echado veneno a la comida.
El ayuntamiento en julio, instaló varias gateras, junto a dos centros educativos para cazarlos, pero no se ha solucionado el problema. “Existía riesgo para la salud de los alumnos y por eso decidimos colocarlas”, asegura José González Granados, concejal de Medio Ambiente.
Para González Granados “es necesario regular con una ordenanza este tipo de comportamientos y así dar cumplimiento a la Ley de Protección Anima de la Comunidad de Madrid”.