Aprovechando que el censo municipal acaba de romper en Valdelaguna la barrera de los mil habitantes, pasando de los 800 a los 1.050 habitantes registrados en la actualidad, el alcalde, Pablo Morate, se ha hecho eco de una de las principales reivindicaciones de sus vecinos, el volver a tener un cajero automático.
La última sucursal, de Bankia, cerró hace unos años y ahora una oficina móvil les visita una vez al mes, lo que consideran insuficiente.
Según Morate, “para nosotros sería muy importante que las autoridades hicieran algo para que hubiese cajeros automáticos en el medio rural”, hasta el punto de que ha ofrecido un espacio municipal a la entidad bancaria que quiera instalar un cajero en Valdelaguna.