Como un rehén de unos terroristas islámicos, Luis Tosar se convierte en una bomba humana por la Gran Vía con una angustiosa cuenta atrás.
Tosar esta obligado a caminar, puesto que si se detiene en chaleco explota, será una situación de un ciudadano común en un circunstancia extrema.
Una comandante de la Guardia Civil interpretada por Inma Cuesta, tiene una misión: salvar al taxista, Santi. Para la escena, se emplearon ocho horas sin elementos digitales por petición del director.