Adiós definitivo al sereno, el hombre que vigilaba las calles de Madrid al caer la noche.
Durante años, los serenos fueron los guardianes de las calles. También eran agentes de la autoridad y perseguían a los jóvenes más traviesos.
Hace mucho tiempo que desaparecieron del paisaje urbano, pero hasta ahora su figura estaba presente en las ordenanzas municipales de la capital.
Este martes, el pleno del Ayuntamiento de Madrid derogó las normas del sereno y otras 16 ordenanzas más que habían quedado anticuadas. Ordenanzas que, por ejemplo, hablaban de faroleros, carruajes o maleteros.
Por ejemplo, otra norma municipal que desaparece es la relativa a la embriaguez y la blasfemia.
La idea de los mayores es que cualquier tiempo pasado fue mejor...