El Consejo de Ministros ha aprobado medidas para el campo que llegan, dicen los afectados, demasiado tarde. Sin agua para regar los cultivos el campo agoniza, la tierra se agrieta y los agricultores consideran que son tratados como trabajadores de tercera categoría.
En Andalucía, dicen haber perdido las cosechas por la ausencia de lluvias. Y ahora se solidarizan entre agricultores y ganaderos en el Bajo Guadalquivir. Las ovejas pastan en las parcelas donde crecen cultivos de alcachofas y brócoli que no pueden llegar a los mercados.
Reclaman en el sur ayudas a fondo perdido y el cese de la actividad. Aseguran que las pérdidas suman 3.000 millones y en ellas se incluyen el cereal, el girasol, el garbanzo, los almendros y los olivos de secano. Algunos propietarios de explotaciones han comenzado a vender la maquinaria.