El Ayuntamiento de Boadilla del Monte pidió ayuda para acoger a personas que huyen de la guerra de Ucrania y Blanca, una vecina, no se lo pensó.
Abrió las puertas de su casa a Lolita, maestra de niños de Primaria en su país. Ella deja allí a sus padres y a una de sus hijas.Le hace de traductora aquí en España su otra hija, Tania. Lolita se ha integrado muy bien en su nueva familia. Más de 300 familias de Boadilla están acogiendo refugiados.
Mañana el Ayuntamiento boadillense llevará a la frontera de Ucrania un autobús para traer más personas.