La crisis del espionaje ha dejado al Gobierno más dividido que nunca y enfrentado en varias direcciones. La estabilidad del Ejecutivo se debilita.
El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha rebajado la tensión en el choque con la ministra de Defensa, Margarita Robles, a cuenta del departamento del que depende la seguridad del teléfono móvil de Jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al hablar de "responsabilidad del Gobierno en su conjunto".
Después de que este miércoles Robles sugiriese que el cuidado de la ciberseguridad del teléfono móvil de Sánchez no recaía en su departamento y animase a la prensa a "dedicar un minuto" a comprobar quien era el responsable, Bolaños ha tratado de calmar los ánimos al ser preguntado al respecto.
"La responsabilidad es del Gobierno en su conjunto de que las instituciones democráticas funcionen con todas las garantías y que los españoles tengan claro que los derechos fundamentales, las libertades y el derecho a la privacidad y el secreto a la comunicaciones se garantizan en una democracia como la nuestra", ha trasladado el ministro.
Además, ha destacado que es un episodio "muy grave" de "ciberespionaje" al presidente y a la propia ministra y por tanto van a tratar de esclarecer los hechos "cuanto antes" y a "tomar medidas" para que no se repita.
Bolaños ha defendido que el Gobierno ha actuado "con total transparencia" contando a los ciudadanos qué ha ocurrido y las acciones que va a tomar el Ejecutivo y también "con total contundencia" llevando los informes técnicos del Centro Criptológico Nacional --que corroboran el ciberataque a Sánchez y Robles-- ante los tribunales. "Igual otros gobiernos hubieran intentado ocultarlo" tratando de "destrizar los móvilesa martillazos", ha espetado.
Las informaciones que señalan al ministro Grande Marlaska también como posible espiado con el programa Pegasus eleva a cuatro los miembros del gobierno cuyos móviles fueron infectados.
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha proclamado que es el momento de "asumir responsabilidades políticas de motu propio" por el "escándalo" de Pegasus, aunque por "responsabilidad" ha eludido "poner nombres propios" de aquellos que deben renunciar a sus cargos. Pero si ha deslizado que es "evidente" que un posible ámbito es el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dependiente del Ministerio de Defensa.