Los efectos de la pandemia de la Covid-19, la guerra en Ucrania, la economía y el medio ambiente son las principales preocupaciones de los niños, niñas y adolescentes españoles, mientras que cae 14 puntos la preocupación por el machismo, según el tercer barómetro de opinión de infancia y adolescencia, realizado por UNICEF España en colaboración con la Universidad de Sevilla.
El estudio, que recoge la opinión de 9.505 menores de 11 a 18 años, revela una disminución de la preocupación de la infancia española por las desigualdades, el machismo y la violencia de género.
Así, si en la primera edición del barómetro (2019-2020) este problema ocupaba el primer lugar (a un 89,1% le preocupaba mucho o bastante), en la segunda edición (2020-2021) pasó al octavo puesto (con un 80,5%) y en este informe, a la decimotercera posición (75,1%).
"No sabemos si es que han aumentado discursos que en determinado momento legitimaban una serie de pensamientos, de ideología que pensábamos que estábamos en proceso de superación", ha precisado uno de los autores del informe, Francisco Rivera, de la Universidad de Sevilla, este jueves, en rueda de prensa.
Tras observar este descenso en la preocupación por la desigualdad, los autores del estudio decidieron incorporar este año dos preguntas referentes a los estereotipos de género y, en este sentido, han constatado que "estos estereotipos se mantienen".
En concreto, de los datos se desprende que cuando se plantea a los niños y niñas españoles quién creen que debería ejercer la profesión de policía, el 19,6% considera que es un trabajo que deberían hacer "solo o sobre todo los hombres", mientras que un 20,9% cree que el trabajo de cuidar a niños debería ser realizado "solo o sobre todo por mujeres". También casi un 15% concibe la limpieza como una tarea que deben realizar las mujeres.
Además, ocho de cada diez jóvenes y adolescentes españoles están “bastante o muy preocupados” por la salud mental, un extremo que alcanza a nueve de cada diez chicas; una realidad que los chavales vinculan con el hecho de que “nos han educado para competir en lugar de para cooperar entre nosotros”.