El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado convencido este viernes de que habrá acuerdo con los sindicatos para un ajuste "no traumático" de la plantilla, tras la fusión con Bankia", aunque ha augurado unas negociaciones "complicadas", en las que "nos dejaremos la piel".
"Es pronto para especular sobre las personas afectadas y el perfil. En el pasado hemos llegado ya a acuerdos con sindicatos (sobre procesos de este tipo) y siempre han sido no traumáticos. Buscamos hacerlo así", ha señalado Gortázar durante la rueda de prensa de presentación de la nueva entidad surgida de la fusión de CaixaBank y Bankia.
El que será el máximo directivo del nuevo banco ha admitido que una operación de fusión de estas característica provoca duplicidades por las sinergias que genera, lo que facilita el ahorro de costes, pero ha rehuido valorar los cálculos que se barajan sobre el número de trabajadores que podrían salir.
En esta línea, ha insistido en que quedan aún seis meses antes de la ejecución de la fusión, por lo que cree que "las plantillas deben seguir trabajando día a día" y esperar al menos a marzo de 2021.
Según fuentes del sector, el número de trabajadores afectados podría situarse en alrededor de 7.500, ya que éste es el número de empleados de los dos bancos que tienen 52 o más años.
Las dos entidades bancarias suman juntas en estos momentos algo más de 51.000 empleados -35.500 de CaixaBank y 15.800 de Bankia-, aunque la plantilla sobre la que se podría aplicar el expediente de regulación de empleo (ERE) se reduciría hasta los 44.000, una vez descontados los trabajadores de las filiales.
Los equipos que están preparando la fusión prevén que los costes de reestructuración se elevarán hasta los 2.200 millones de euros, incluyendo el gasto de la reducción de la plantilla.El que será presidente del nuevo banco y presidente actual de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha añadido que "nos hemos comprometido a profundizar en la capacidad de incorporar habilidades en personas que quieran tener otras posiciones".
Respecto al impacto de la fusión en la red de oficinas bancarias, el que será consejero delegado del nuevo banco también ha señalado que aún es pronto para abordar esta cuestión pero ha dejado claro que "no vamos a desbancarizar España". Las dos entidades fusionadas tienen vocación de continuar en las zonas rurales "sería un error desde todos los puntos de vista y tirarnos un tiro a nosotros mismos", ha dicho.
La propia ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha admitido este viernes que le preocupa un posible ajuste de empleos derivado de la fusión entre CaixaBank y Bankia: "No se entendería en un momento de crisis tan grave". Lo ha dicho en una rueda de prensa junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante su visita a Barcelona, en la que ha afirmado que "todas las fusiones han conllevado ajustes en términos de empleos, y muy duros". La ministra ha subrayado que la fusión le genera tres preocupaciones: la pérdida de empleos, la concentración bancaria y la exclusión financiera.
Por su parte, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha dicho este viernes que el papel del Banco de España ante la fusión de CaixaBank y Bankia es el de "analizar la viabilidad de la operación y vigilar la adecuada ejecución del mismo". El Banco de España, ha añadido, analizará la operación "frente a objetivos de política publica", ya que su mandato es velar por la solvencia y la estabilidad financiera.