El banco resultante de la fusión de Bankia y Caixabank será el más grande de España y tendrá 22 millones de clientes. En principio nada cambia para ellos, pero sí para los trabajadores ya que se esperan despidos para que la entidad sea viable. Se habla de unas 8.000 bajas.
Existe preocupación entre los trabajadores, muchos de ellos están en la sede de Barcelona que no saben nada sobre su futuro aunque creen que lo ideal sería acogerse a jubilaciones ventajosas, pero los sindicatos temen que no sea suficiente y advierten que se perderán muchos empleos por la duplicidad de oficinas y de personal.
Por su parte, las asociaciones de consumidores también creen que con la fusión se perderán muchos empleos y recelan del incremento de las comisiones.
Cambio de número de cuenta
Los 22 millones de clientes sólo notarán, en principio, su cambio de número de cuenta que es automático. Las hipotecas se mantendrán con las mismas condiciones y los ahorros están garantizados. Las asociaciones de consumidores creen que la fusión es buena para el sistema financiero, pero piden que también se piense en los ciudadanos.
“Eso se tiene que traducir en una competencia real para que los españoles a mejores productos y servicios, de lo contrario, desgraciadamente, esta fusión no será buena para los consumidores”, dice Patricia Suárez, presidenta de Asufin.
En las oficinas los recortes son inevitables. Ambas entidades tienen sucursales cercanas, en la misma calle o unas frente a otras. El secretario general de UGT Banca, Jesús Vázquez, dice que “estamos preocupados por la duplicidad de oficinas y de personal como es en Madrid o Andalucía y el arco mediterráneo”.