La defensa del president de la Generalitat de Cataluña, Joaquim Torra, ha solicitado este jueves a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que le absuelva del delito de desobediencia por el que fue condenado a un año y medio de inhabilitación por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Ha argumentado, entre otros motivos, que el juicio al president deriva de haber sido tratado por la Junta Electoral Central (JEC) como "minoría nacional" por "tres palabras en una pancarta" que deberían enmarcarse en su libertad de expresión.
El abogado Gonzalo Boye ha defendido sus argumentos durante unos veinte minutos ante un tribunal de cinco magistrados contra la condena impuesta su cliente por desobedecer a la Junta Electoral Central (JEC), que le ordenó retirar símbolos independentistas durante el periodo electoral de las elecciones del 28 de abril de 2019.
La fiscal del Supremo, Pilar Fernández Valcarce, ha defendido la competencia de la Junta Electoral Central para sancionar a Torra y la imparcialidad del tribunal que le condenó, además de negar que se juzgara un acto político, sino electoral.
En la vista también ha impugnado los motivos de la defensa la acusación popular, ejercida por la abogada Marta Castro en representación de Vox, quien ha recordado a la Sala que los argumentos de su oponente olvidaban cuestiones esenciales como el principio de legalidad, puesto que "nadie está por encima de la Ley". Además, ha calificado la intervención de Boye ante el tribunal de "mero marketing político" con escaso rigor jurídico.
Una vez terminada la vista la Sala se ha retirado a deliberar, tal y como han anunciado los propios magistrados, si bien el fallo puede tardar aún unos días, han señalado a Europa Press fuentes jurídicas.
La confirmación de la sentencia supondría ejecutar la inhabilitación de Torra como presidente de la Generalitat, un trámite que corresponderá al tribunal enjuiciador, esto es al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en caso de la desestimación del recurso ante el Supremo.
Torra descarta convocar elecciones
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha asegurado que "estamos ante una actuación judicial absolutamente desproporcionada y carente de cualquier sentido de justicia", ha deplorado Torra, que ha precisado que el Supremo aún está a tiempo de "corregir" un proceso judicial "aberrante y esperpéntico".
Torra ha descartado convocar elecciones anticipadas. "Si el Estado español llega al punto de la irresponsabilidad más absoluta inhabilitándome, solo habrá un culpable: él. No seré yo quien en este momento tan crítico para el país lo aboque a una carrera electoral irresponsable que paralizaría la administración en Cataluña", ha dicho en una declaración institucional en el Centre Cultural Blanquerna, en Madrid.
Previamente, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, considera a las puertas del Supremo que es "una falta de respeto" que la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, haya apuntado que el presidente catalán, Quim Torra, no podrá volver a sentarse en la Mesa de diálogo sobre Cataluña si es inhabilitado por el Tribunal Supremo. "Torra es el president de la Generalitat, el cargo más importante de Cataluña, representa a mucha gente y es una falta de respeto decir lo contrario".
Ante la probable inhabilitación del president, el portavoz de ERC ha vuelto a hacer un llamamiento al independentismo a "pactar y consensuar una unidad estratégica de cada al futuro".
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha pedido este jueves no adelantar acontecimientos sobre la vista en el Tribunal Supremo para revisar la condena de año y medio de inhabilitación que le fue impuesta al presidente catalán, Quim Torra, por desobediencia, para "que no sea un espectáculo que a nadie conviene". Eso sí, ha querido dejar claro que "todos los cargos públicos, ciudadanos e instituciones" saben "perfectamente" que su obligación "es el cumplimiento de las normas", ha afirmado en una entrevista en TVE, recogida por Europa Press, al ser preguntado al respecto.
Mientras, el presidente del PP, Pablo Casado espera que Cataluña vuelva a regirse por "la sensatez, el sentido común y la concordia" y así haya "paz civil", según ha señalado en su visita a Badalona.