Un 35 por ciento de los pacientes de infarto agudo podrían estar sobremedicados. Por ello los cardiólogos españoles han comenzado un ensayo clínico para saber si es necesaria toda la medicación, que además produce efectos secundarios. Si los resultados del estudio lo confirman, más de un millón de personas podrían resultar beneficiadas.
Menos betabloqueantes
Desde hace cuarenta años la práctica clínica recomienda tratar con betabloqueantes de por vida a los pacientes que han superado un infarto agudo de miocardio. Pero en cuatro décadas, la investigación en este campo ha desarrollado más fármacos, se realizan más cateterismos y se implantan stents en las primeras horas del infarto consiguiendo que en el 35% de los pacientes la contracción del corazón sea mínima.
Y es en ese escenario, donde las tres grandes instituciones españolas dedicadas a la investigación cardiovascular ponen en marcha este ensayo clínico, según han explicado el presidente Sociedad Española Cardiología, Manuel Anguita, el director del CNIC, Valentín Fuster y el director de Investigación del CNIC, Borja Ibáñez.
Un estudio con 8.000 pacientes
Los betabloqueantes provoca debilidad, fatiga y, en algunos casos, disfunción eréctil. Se estudiarán 8.500 pacientes de 55 hospitales españoles y 25 italianos.
Es el primer ensayo clínico a gran escala, sin financiación de ninguna industria, desarrollado y liderado por España. Los cardiólogos y hospitales que quieran unirse, aún pueden hacerlo.