El maestro Lin lleva dos décadas en Madrid y siempre ha tenido la necesidad e ilusión de hacer llegar su cultura a los madrileños. Desde su tienda en la Plaza de la Luna lleva 12 años poniendo en una pizarra en la puerta una palabra en chino.
Algo que no ha pasado desapercibido para los turistas y madrileños que pasan por su puerta. Algunos intentan pronunciarlo y otros hacen una foto para hacerse su particular diccionario chino.
Sin duda, su pizarra con la leyenda "enseño una palabra en chino" forma parte ya del día a día de una de las plazas más concurridas de la capital.