Comienza la vendimia más difícil. Muchos agricultores madrileños han decidido no contratar este año por miedo al coronavirus. Es el caso de Juan José Benito, en su viña de Navalcarnero asegura que "hemos tirado de familia porque no te puedes arriesgar a traer gente".
Espera recoger 1.500 kilos de una uva variedad negral muy apreciada por su color y azúcar, pero por la que apenas va a recibir 17 céntimos por kilo, lo que no le cubre ni los costes de producción.
En la cooperativa de Navalcarnero se quejan de que los precios esta campaña serán un 30% inferiores.
De esta forma las grandes cooperativas y bodegas quieren compensar la caída en la venta de vino del canal de restauración y hostelería por el coronavirus. La gerente de Bodegas Manuel Muñoz Martín, Rosa Benito, afirma preocupada que "este año estamos con incertidumbre".
En Madrid la Denominación de Origen Vinos de Madrid espera recolectar esta campaña más de 12 millones de kilos de uva. Un 30% más que el año pasado.
Una primavera seca, temperaturas altas en marzo y últimas lluvias auguran una buena campaña que, sin embargo, los viticultores no disfrutarán, dicen, con precios justos.