Buenas intenciones en la Cumbre del Clima de Madrid, pero pocas conclusiones
No será hasta este sábado cuando terminen las negociaciones de la Cumbre del Clima de Madrid. Y aún se sigue trabajando contrarreloj por llegar a un acuerdo ambicioso. España se muestra satisfecha por la organización de una COP25 que, en opinión del Gobierno, ha servido para despertar conciencias.
Ha voces críticas de los ecologistas, que denuncian la falta de voluntad política para llegar a acuerdos reales y adoptar medidas concretas de forma inminente.
La Unión Europea promete una drástrica reducción de emisones para el 2050. España ha negociado en Bruselas un acuerdo muy ambicioso, aunque sea a largo plazo.
Desde el pasado martes -en que llegaron a Madrid ministros y representantes de alto nivel para participar en las negociaciones- y hasta ahora, esta cita ha contado con pocos avances, lo que ha motivado que desde numerosos sectores se apelara a la ambición para que la Cumbre de Madrid no terminara en fracaso.
En la misma línea, se ha pronunciado el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien apela a una mayor ambición entre todos los países para evitar que las temperaturas suban más de 1,5 grados.
La ministra española en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, admitió este jueves que "las tensiones" en las negociaciones de la COP25 se centran en la disparidad de los países sobre el ritmo de su ambición climática. La responsable ministerial, anfitriona de la cita, ha añadido que todos "deberíamos estar reduciendo nuestras emisiones" contaminantes globales, aunque "hay países que se escudan en lo que hasta ahora ha sido insuficiente".
Jeniffer Morgan, CEO de Greenpeace International, se ha pronunciado en nombre de la sociedad civil y ha calificado de "inaceptable" que las negociaciones continúen estancadas y ha apelado por una solución inminente, porque "cuesta más dinero no actuar, que tomar decisiones ahora".