Agentes de la Policía Municipal han desmantelado un hostal clandestino, ubicado en un garaje y un sótano de 140 metros cuadrados, donde se alquilaban habitaciones en pésimas condiciones higiénicas a inmigrantes en situación irregular en el Barrio del Zofio, del distrito de Usera.
Los vecinos presentaron varias denuncias y la Policía Municipal realizó una inspección. Se anunciaban por Internet. Según ha informado este miércoles el Cuerpo Local en un comunicado, el establecimiento se encontraba en "lamentables" condiciones higiénico-sanitarias.
Alquiler ilegal
Los agentes hablaron con el dueño del local, quien les explicó que tenía alquilada una habitación en este hostal. Además, localizaron en otras habitaciones a tres personas que tenían camas alquiladas y que decían pagar 150 euros mensuales por una cama.
Así, los agentes comprobaron que los recibos que justificaban los pagos mensuales carecían de validez documental porque no presentaban los datos del arrendador y cuando los inquilinos alquilaban las habitaciones no era necesario acreditar su identidad, incumpliendo lo establecido en la Ley 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana.
Se aprovechaban de los vulnerables
De esta manera, alquilaban camas a personas que se encuentran en España de forma irregular, aprovechándose de su vulnerabilidad y asegurándose operar en la más absoluta clandestinidad.
El establecimiento se encontraba dividido en 9 habitaciones con 15 camas en total, separadas por tablones de madera viejas, puestos con cadenas y candados, sujetas a las paredes sin ninguna estabilidad, suelos de moqueta irregular sin techo y sin ventanas de ventilación e iluminación natural, en "condiciones infrahumanas".
Deplorable higiene
Así, la cocina no tenía salida de humos ni medidas de seguridad, con el techo lleno de hollín y moho. El baño era común y se encontraba igualmente en mal estado de higiene. Toda la construcción era de maderas y telas altamente inflamables, careciendo de extintores, vías de evacuación y puertas de emergencia.
De esta forma, el local se encontraba en un estado de salubridad "muy deficiente", por lo que era un foco de infección con un alto riesgo de contaminación ambiental por plagas de insectos y roedores, afectando este estado de insalubridad a todos los vecinos de la finca.