La primera misión de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA) Hera despegó este lunes desde Cabo Cañaveral en un cohete Falcon 9 de SpaceX a las 10:52 hora local (14:52 GMT).
Tras varias horas de incertidumbre provocada por el paso de una tormenta por la zona de lazamiento de Florida, la nave ha emprendido viaje al sistema binario de asteroides Didymos, al que llegará en otoño de 2026.
El objetivo es estudiarlo. Pondrá el foco en el más pequeño de los dos cuerpos, llamado Dimorphos, que en 2022 fue impactado por la nave DART de la NASA consiguiendo por primera vez en la historia desviar la órbita de un asteroide.
Ahora, dos años después, Hera y sus dos pequeños satélites del tamaño de una caja de zapatos (cubesats) iniciarán un largo viaje al lugar de los hechos para escudriñar las secuelas de ese impacto cinético.
"Medir los resultados del impacto es una oportunidad única", destacó Michael Küppers, científico del proyecto, para quien dos de las cosas esenciales que hará Hera será determinar con precisión la masa de Dimorphos -fundamental para medir la eficacia de la desviación- y analizar las propiedades físicas del interior de los dos cuerpos rocosos.
UN TROZO DE TRES CANTOS EN HERA
Küppers explica la importancia de esta misión y de la defensa planetaria haciendo mención a la pandemia de la covid. "Una pandemia no ocurre muy frecuentemente pero está bien o estaría bien estar preparados".
"Con los asteroides todavía más, porque puede ser algo catastrófico" -un cuerpo del tamaño de Dimorphos podría destrozar una ciudad como Madrid-. Según el científico de la ESA, "hoy en día somos la primera generación que está capacitada para desviar un asteroide en el caso de que viniera".
En la misión participa activamente la empresa GMV, ubicada en Tres Cantos. Se ha encargado de diseñar y desarrollar el sistema de Guiado, Navegación y Control (GNC) de Hera y del CubeSat Juventas, destinado a estudiar la estructura interna y el campo gravitatorio de Dimorphos.
PARTICIPACIÓN DEL CSIC
“Hera es una misión necesaria para comprender mejor la respuesta de un asteroide tipo pila de escombros a un impactador cinético”, afirma el investigador Josep M. Trigo-Rodríguez del ICE-CSIC y del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC), que participa en la misión Hera y, anteriormente, lo hizo en la misión DART.
“Con ella responderemos innumerables preguntas sobre la estructura y propiedades de estos dos asteroides potencialmente peligrosos y, de hecho, comprobaremos si el energético impacto de DART fue reabsorbido por el apilado de rocas o si, por contra, fue capaz de excavar un cráter. Una misión histórica, junto con DART, para hacer realidad la defensa planetaria frente a asteroides potencialmente peligrosos ”, añade.
Su contribución está especialmente relacionada con la interpretación de imágenes y espectros de la superficie de los asteroides Didymos y Dimorphos con el fin de identificar los principales procesos físicos que han contribuido a dar forma a las superficies de ambos y analizar las consecuencias del impacto por la sonda DART en la superficie de Dimorphos.