El líder de la comunidad budista 'Mahasandhi', en prisión preventiva tras ser detenido el viernes por elaborar y suministrar a sus fieles productos "milagrosos" -además de por delitos medioambientales y asociación ilícita- almacenaba 180 kilos de mercurio y cinabrio en un zulo que construyó en Abanilla (Murcia), donde estaba radicado el grupo.
La Policía Nacional, en una compleja operación coordinada por la Unidad Central de Información y desarrollada en el último año, ha detenido al líder espiritual del grupo, que elaboraba supuestos elixires energizantes a partir de mercurio, fundamentalmente, para administrárselos a sus adeptos y manipular sus voluntades con fines económicos y de poder.
Según ha informado este miércoles la Policía, esta comunidad budista ocupaba una finca de más de 100.000 metros cuadrados, formada por multitud de casas cueva, un albergue, almacenes, templos, búnkeres y laboratorios clandestinos, en la que se organizaban retiros espirituales y otras actividades de "sanación" y bienestar.
El acusado -presidente de la Fundación Mahasandhi que se autodenominaba "trascendencia total"- presidía las ceremonias y retiros donde suministraban sustancias que pueden causar graves daños para la salud.
La operación contra esta comunidad, asentada en Abanilla desde hace 15 años, se inició gracias a la colaboración ciudadana, a través del correo sectasdestructivas@policia.es.
La secta se financiaba con las donaciones y el pago de los asistentes a estas actividades y contaba con la colaboración de una mercantil, domiciliada en un polígono industrial de Lorquí, donde elaboraban elixires que luego se distribuían en herbolarios, se vendían en la fundación o incluso online.
El líder era reconocido como sanador, guía espiritual y maestro y, bajo fines supuestamente humanitarios y sociales, conseguía que sus adeptos trabajaran y realizaran aportes económicos, aumentando en relativamente poco tiempo su patrimonio.
Tenía seguidores que residían en casas cueva situadas en torno a la casa del maestro, ejerciendo diferentes funciones según sus necesidades personales o las de la fundación, tales como administración, gestión de redes sociales, jardinería, mantenimiento o formación.
Según los investigadores, el detenido pretendía elaborar una sustancia llamada "mercurio purificado", utilizando técnicas de alquimia que pretendía poseer efectos energizantes y vitalizadores. El proceso químico era realizado por adeptos que comenzaron a manifestar diferente sintomatología originada por la neurotoxicidad del mercurio.
El líder o maestro pasaba largas temporadas encerrado en su casa cueva acompañado de varias mujeres que le asistían y realizaban las tareas que disponía.
La devoción a la figura del líder era tal, que estas personas habrían abandonado totalmente la relación con su círculo familiar y social para entregarse fielmente a las decisiones de éste. Estas personas, al igual que el maestro, realizaban también votos de silencio durante largos periodos de tiempo.
Los agentes practicaron el pasado viernes de forma simultánea dos registros, uno en la finca de Abanilla (Murcia) donde residía el líder y alrededor de diez seguidores; y otro en la nave industrial de Lorquí (Murcia) donde se elaboraban los productos.
Fruto de estos registros se han intervenido 90.000 euros en metálico, un revólver, 19 kilos de marihuana, múltiples sustancias para la práctica de la alquimia como el mercurio, así como documentos sobre la experimentación con estas sustancias peligrosas y diverso material pseudoreligioso y esotérico.