Los pélets (granulados plásticos) que cayeron al mar desde el carguero Toconao frente a la costa Portugal se extienden por el norte de la Península. Desde Galicia han ido desplazándose hasta Asturias, Cantabria y País Vasco.
El Gobierno ha puesto en marcha un operativo para la limpieza de microplásticos en las playas del Principado, la primera comunidad autonóma que ha elevado su nivel de petición de ayuda.
Mientras, la Xunta de Galicia espera la actuación del Ejecutivo para la búsqueda de los microplásticos en el mar. El Gobierno ni siquiera reconoce haber recibido dicha petición de ayuda ni que sea factible ejecutarla.
Desde el primer avistamiento de los pélets por parte de un particular el 13 de diciembre, la Xunta no recibe una primera información hasta el día 20.
Este miércoles se ha conocido una notificación de la naviera sobre la caída de unos contenedores por un golpe de mar el 8 de diciembre.
VIGILANCIA Y ANÁLISIS
Las autoridades cántabras consideran que el Gobierno debería haber intervenido antes. El País Vasco ha activado el plan especial de emergencia marina. Cofradías y diputaciones trabajan para detectar los pélets. Algunas muestras recogidas están siendo analizadas para detectar su procedencia.
Y en el Mediterráneo, en Valencia, el Ayuntamiento inspecciona las playas tras recibir una alerta de los pescadores, pero de momento parece improbable que sean los procedentes del Toconao.