La reduflación es una técnica comercial a través de la que muchos fabricantes reducen el tamaño de los productos manteniendo sus precios.
El Congreso debate una proposición no de ley para regular la práctica. Una práctica que muchos consumidores consideran engañosa.
Los productos donde la reduflación es más evidente es en los snacks o las patatas fritas.
Las asociaciones de consumidores creen que es competencia desleal y reclaman medidas por ley.
En Francia, por ejemplo, desde julio los fabricantes tienen que informar sobre cualquier cambio en la cantidad o precio de los productos y existen multas que superan los 5.000 euros.