Dos sectores de producción de alimentos básicos avisan al Gobierno y a los consumidores: la carne de vacuno y la de pollo van a escasear en los próximos meses y la de pollo en concreto podría sufrir desabastecimiento después del verano. Una escasez que podría suponer una subida aún mayor de los precios.
En los mercados ya hay preocupación por este grave problema con la carne y el pollo.
Los productores, aseguran que siguen perdiendo dinero por realizar su actividad si no suben los precios.
Lo hemos podido comprobar en una granja de Tielmes en la que crían más de 30.000 pollos.
Allí llegan recién nacidos y pasan unos 43 días. Además del pienso, y el agua, necesitan una temperatura estable de unos 35 grados, con lo que hay que sumar el coste de la luz.
Por todo ello el sector alerta de que en octubre podría haber escasez de pollo y denuncia que mientras a los consumidores pagamos un 35% más por el pollo los granjeros reciben menos que antes de la pandemia.