La Casa Encendida acoge esta exposición con los proyectos ganadores de ‘Generación 2020’, un concurso de la Fundación Montemadrid para artistas menores de 35 años que, año tras año, presenta una selección de los últimos desarrollos en la escena del arte contemporáneo.
Tres de los ocho artistas ganadores son madrileños. Elisa Celda con el proyecto ‘Skippers of the Sea’, Miguel Marina con ‘Celada’, y Nora Silva con ‘No Fall Games’, una performance que denuncia “la violencia suave lista para ser retransmitida en Instagram”, destaca Silva, que también pone el foco en la autovigilancia “que ejercemos a diario a través de la redes sociales”.
Gala Knörr ha sido seleccionada por su trabajo ‘Good Bad Not Evil’, donde a través de la iconografía y cultura Pop muestra sus inquietudes como artista que emigró a Londres con la crisis y regresó con el Brexit. Esta joven de Vitoria profundiza además en la dualidad de las imágenes que todos compartimos por Internet.
Claudia Rebeca Lorenzo es de Logroño y su proyecto se llama ‘Txukela’, una instalación donde encontraremos óleo en barra, ceras y objetos escultóricos de escayola, metal, cemento, resina y plástico.
Oier Iruretagoiena es de Errenteria, Guipúzcoa y está presente con el proyecto ‘Paisaje sin mundo’, junto a Cristina Mejías de Jerez de la Frontera, con ‘La máquina de Macedonio’, y Javier Arbizu, de Navarra, con su ‘Knee-deep’.
Las ideas y los proyectos realizados por los artistas premiados en 'Generación 2020', formalmente presentados a través de instalaciones, vídeos, pintura, escultura o performances, están influidos por la visión de futuros distópicos, por la oscuridad, el fanatismo y la actual obsesión por el control y la vigilancia.
Sin embargo son proyectos que actúan como resistencia a estas visiones. Según Ignacio Cabrero, los trabajos muestran de alguna manera una crítica al mundo actual, pero también llevan implícita la posibilidad de construcción de nuevos sentidos que hay que intuir y cultivar mediante la acción política y el arte.