Gobierno y Ciudadanos han escenificado con su reunión en el Palacio de la Moncloa su buena sintonía, un encuentro en el que se ha abordado la gestión de la crisis sanitaria, la vuelta a la nueva normalidad y los acuerdos para la desescalada o las alternativas ante un hipotético rebrote de la epidemia. De un lado los ministros del PSOE, liderados por la vicepresidenta Carmen Calvo, de otro, Ciudadanos encabezado por Edmundo Bal.
Bal: "El Gobierno cumple"
El portavoz adjunto de Cs en el Congreso ha valorado el compromiso del Ejecutivo con las medidas de desescalada pactadas con su partido: "Por ahora el Gobierno cumple". La reunión, que ha durado dos horas, se ha desarrollado en un clima "cordial y fluido", según Bal, y se ha centrado en analizar qué medidas son necesarias para garantizar una salida segura del estado de alarma "y sobre todo de cómo protegerse eficazmente de cara al futuro".
Negociar los Presupuestos
Se ha mostrado abierto a participar en la negociación de las cuentas públicas, que ya serán las de 2021, guiados -ha subrayado- "por la misma filosofía" que han mantenido hasta ahora con la negociación de los seis decretos de alarma y su apoyo al decreto de desescalada, "ser útiles a los españoles".
El varapalo que sufrió Ciudadanos
Por su parte, Calvo ha agradecido el giro de Ciudadanos pero ha aclarado que las alianzas del gobierno de Pedro Sánchez no van a cambiar. Ha celebrado la actitud de Ciudadanos de “ayudar” para afrontar la actual situación del país.
“La formación que lidera Inés Arrimadas – ha dicho- sufrió un varapalo electoral impresionante y habrá pensado que con sus 10 escaños pueden ser muy útiles a un gobierno de coalición que tiene 155 escaños. Si Ciudadanos quiere ayudar, el Gobierno tiene claro que cuanta más gente ayude, mejor, no solamente porque ayude al Gobierno y a su aritmética parlamentaria, sino que España necesita esa actitud por parte de todo el mundo”.
“Con quienes no nos vamos a sentar nunca es con quienes, desde la radicalidad más absoluta, como Vox, ha decidido volver a los viejos fantasmas de la peor política y la peor visión de la historia de España”, indicó.
Para la formación de Santiago Abascal el giro de Ciudadanos es inútil. “Es un apoyo absurdo que sólo sirve para marcar la distancia de 1'5 metros. Sánchez esta podemizado y nacionalizado”, aseguran.
Un antes y un después
Sin embargo esta cita marca un antes y un después en su relación. La última vez que vimos una escena así, fue en 2016, con el fracasado pacto del abrazo entre Sánchez y Albert Rivera. Entre medias, ha existido el alejamiento, la debacle electoral y un Sánchez aliado con el nacionalismo.
Un tablero que Ciudadanos ha ido modificando durante el estado de alarma, con su apoyo al Gobierno. Inés Arrimadas se ha hecho un hueco, convirtiéndose de nuevo en partido bisagra, con su leit motiv de hacer 'politica útil'.
Ahora el Ejecutivo de Sánchez negocia con el PP para conseguir su apoyo. Los populares aseguran que son un partido de Estado, que siguen tendiendo la mano y la pelota, advierten, la tiene Sánchez en su tejado.
La cita en Moncloa marca, no obstante, un punto de inflexión en la Legislatura, con un objetivo clave, la aprobación de los Presupuestos.