La tragedia de Totalán (Málaga), con la muerte del pequeño Julen, ha puesto al descubierto el peligro que suponen los pozos en España. Por eso los agentes forestales de la Comunidad de Madrid han comenzado una campaña para localizarlos en la región. Serán revisados un centenar de pozos.
Lo más importante es taparlos y señalizarlos para evitar caídas dentro de esas perforaciones.
Por ejemplo, Telemadrid comprueba cómo los agentes forestales han localizado un pozo junto a una explotación minera abandonada. Nada lo cubre ni lo señaliza. Con un metro de diámetro y 25 de profundidad es un riesgo por su proximidad a un vía pecuaria muy frecuentada los fines de semana. Lo primero es tomar fotografías de la perforación y geolocalizar el terreno en el que se encuentra.
Una vez recopilados todos los datos, los agentes tapan el pozo con palés de maderas y lo precintan. Además, avisarán al propietario de la instalación, abierta normalmente para hallar agua en el subsuelo. Los agentes peinarán toda la región en busca de estos pozos y piden la colaboración ciudadana. Elaborarán un informe que enviarán a todas las administraciones para evitar riesgos.