El acto solemne que hemos vivido en el Congreso permanece prácticamente idéntico al que se vivió hace 37 años en la jura del entonces príncipe Felipe. Es de las pocas cosas que permanecen inalterables entre dos épocas muy distintas de nuestro país, la de aquella España de 1986 que aún estaba en los primeros años de la democracia y la actual de 2023.
El Rey se dirigió a su hija en el almuerzo oficial en el Palacio Real con motivo de la jura de la Constitución ante las Cortes Generales con estas palabras: “Querida Leonor, no estarás sola en tu camino. En tu familia encontrarás el necesario apoyo más personal; y el conjunto de los españoles –a los que te debes− sabrá reconocer tu entrega y dedicación con su aliento y afecto”.
Se refirió el Rey a la generación a la que pertenece su hija, a quienes les encomendó "seguir construyendo España, adaptándola a un mundo en plena transformación". Una generación que tiene "sus propios ideales, su modo de ver y entender la vida, su visión del mundo. Y tendrá también sus propios retos... que os exigirán siempre la mayor preparación. Conocer cada día más nuestra historia, y valorar la diversidad y riqueza cultural y natural de nuestro país sin duda os ayudará en ese empeño".
Defendió don Felipe el legado que ella recibe, el legado de la "España de la libertad, la convivencia y el progreso; pese a las enormes dificultades que hemos atravesado a lo largo de estos 45 años" y que a pesar de las dificultades reinar "es una tarea apasionante y siempre inacabada. Debéis tener presente los principios y valores que nos unen y que nos han unido a lo largo de nuestra historia reciente".