La familia de Ángel y Fernando, los primos menores que fueron hallados muertos en un vertedero de Toledo el pasado mes de enero, sostiene la tesis del asesinato y vuelve a señalar como "únicos sospechosos" a los familiares de la expareja de Fernando, a quienes pide que se investigue tras ver el sumario del caso.
El abogado de la familia, Marcos García-Montes, que ejerce la acusación particular, ha afirmado este viernes en rueda de prensa que "todo apunta a un asesinato", aunque en el sumario se constata que no ha habido ninguna persona investigada por la desaparición y muerte de los dos primos, de 11 y 17 años, en todo el procedimiento.
Sobre las causas del fallecimiento de los menores, cuyos cadáveres fueron encontrados en distintos puntos del vertedero Ecoparque de Toledo con casi un mes de diferencia, García-Montes ha revelado que los forenses concluyeron, en un avance de la autopsia, que la muerte de Ángel fue "violenta de etiología indeterminada", lo que comprende tres posibilidades: "suicida, homicida o accidental".
Esta última es la tesis de la investigación policial, que desde un principio mantuvo que los menores, después de viajar hasta Toledo el 10 de diciembre de 2022 para reunirse con la exmujer de Fernando, se cobijaron esa noche en un contenedor de la ciudad para refugiarse del frío y murieron asfixiados, ya que la data de la muerte de Ángel la fijaron los forenses el día 11.
Sin embargo, la familia de los primos nunca ha contemplado esa posibilidad y, después de estudiar el sumario, su abogado ha destacado algunos indicios que, a su juicio, apuntan a que los menores fueron asesinados.
García-Montes ha manifestado que el 30 de diciembre, 20 días después de la desaparición, una mujer llamada Fátima, hermana de Cristian, el padrastro de la expareja de Fernando, afirmó en una llamada a la Policía que Ángel se encontraba "retenido y encadenado en una silla" en el domicilio familiar. Según el abogado de las víctimas, la jueza de Toledo que instruye el procedimiento no ha tomado declaración a esta testigo.
Ha señalado además que dos mujeres que vivían en el mismo edificio ocupado de Toledo dijeron en redes sociales que Ángel estaba retenido, que le habían quitado la camiseta y que, tras abandonar el inmueble por miedo, pidieron a su abuela que fuese a recoger la prenda del menor.
Asimismo, ha asegurado que la familia de la que sospechan intentó "desviar la investigación" al recibir la madre de Ángel un whatsapp en el que el padrastro de la exmujer de Fernando le decía que los dos primos estaban en la Puerta del Sol, donde habían sido agredidos "por una banda latina".
Por todo ello, García-Montes ha anunciado que ha solicitado al juzgado una veintena de diligencias, entre ellas las declaraciones de los familiares de los primos, así como la comparecencia de las tres mujeres que manifestaron haber visto a Ángel retenido en el domicilio de Toledo.
También pide que la investigación policial, que corrió a cargo de los agentes de la Policía Judicial de la Comisaría de Villa de Vallecas, pase a manos de los grupos de Homicidios de Madrid.