Los agricultores advierten que los alimentos baratos se han terminado y que la sequía seguirá tensionando los precios.
Desde el campo, denuncian la situación vulnerable en la que se encuentran.
En apenas unos meses España ha sufrido una sequía pertinaz, olas de calor, lluvias torrenciales, granizo... y todos estos factores climatológicos adversos han pasado factura a la producción agrícola, lo cual ha llevado a una continua escalda de los precios de los alimentos.
En el último año la fruta y la verduras frescas se han encarecido por encima del 11%, la leche ha aumentado su precio un 17% y otros productos como cereales, carne o pescado tampoco se libran de las subidas. El producto que mayor incremento de precio ha experimentado es el aceite de oliva, que en algunos comercios supera ya los diez euros por litro.
Los agricultores advierten de que conseguir alimentos frescos baratos va a ser cada día más complicado ya que la sequía continua mermando las cosechas, se reducen las materias primas para producir alimentos y aumentan los costes de producción de las explotaciones agrícolas y ganaderas.
A esto se une la presencia de especuladores que hacen acopio de determinados productos, lo cual hace que escaseen y que puedan venderlos más caros más adelante.
Esto, advierten, puede llevar a que muchas familias tengan problemas para acceder a productos básicos.