Madrileños y visitantes pudieron disfrutar, día de la Patrona de la capital, de una porción de la Corona de la Almudena, elaborada por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (ACYRE Madrid), que se repartió en la Plaza Mayor. Este dulce midió alrededor de 20 metros de diámetro y se entregaron más de 3.000 raciones.
La historia de la Corona de la Almudena data del año 1978, cuando el gremio de pasteleros decidió crear un nuevo dulce para honrar a la Virgen de los madrileños y, por ende, a su patrona. La inspiración para darle forma al dulce llegó de la propia corona que lleva la talla de la Virgen, que se encuentra en la Catedral de la Almudena.
Así, esta pieza de bollería artesana tiene forma de corona con una miga tan suculenta y esponjosa como la del roscón, pero sin el característico agua de azahar. En algunas pastelerías se baña el bollo con almíbar y otras la rellenan de crema.
Cada artesano madrileño de pastelería tiene su receta y su toque personal para su Corona de la Almudena, con pequeñas diferencias en los ingredientes de la masa o en la decoración exterior y el relleno.