En plena llegada del verano, los consumidores se enfrentan a una subida de los precios de los alimentos, que han experimentado un importante incremento en comparación con el año pasado. Según el Instituto Nacional de Estadística, la alimentación ha subido un 12%, pero es en las frutas de temporada donde esta subida se hace aún más notable.
La sandía y el melón, dos frutas imprescindibles en la época estival, han visto cómo sus precios se han disparado en los últimos años. Si anteriormente la sandía se consideraba una de las frutas más económicas, ahora su precio ha pasado de 90 céntimos a 1,65 euros por kilogramo. Por su parte, el melón ha sufrido un incremento aún mayor, pasando de 1,90 a 2,65 euros por kilogramo en tan solo dos años.
Incluso para preparar un simple gazpacho, una opción refrescante y saludable para combatir el calor, los ingredientes han experimentado una notable alza en su valor. Los tomates, uno de los elementos principales de esta receta, han aumentado su precio en 75 céntimos. Además, otros elementos básicos como el pepino, la cebolla y los ajos también han sufrido incrementos considerables. La cebolla, por ejemplo, ha subido casi un euro por kilogramo.
El resultado de esta escalada de precios se traduce en que un gazpacho casero para cuatro personas, que antes costaba aproximadamente un euro, ahora alcanza los 5,67 euros. Incluso el aceite de oliva, un ingrediente imprescindible en esta preparación, ha visto un incremento del 11% en el último año.
La situación se agrava aún más en el caso de las cerezas, una fruta muy demandada durante el verano. Encontrarlas a un precio inferior a los 6 euros por kilogramo se ha vuelto una tarea difícil.