Los vecinos de la zona se han volcado con los mayores de los apartamentos de San Francisco que, en algunos casos, no podían aguantar las lágrimas ante el apoyo de sus cercanos.
Unas obras, necesarias para subsanar deficiencias y garantizar la seguridad según se asegura desde el Consistorio, obliga a trasladar a diferentes usuarios que tienen fijada su expulsión el próximo 4 de septiembre.
La necesidad de estas obras es puesta en tela de juicio por los protestantes y varios residentes aseguran que no son necesarias. Aunque algunos de los afectados aceptan la situación, reclaman un trato que, al menos, iguale sus condiciones de vida anteriores anteriores.
Desde el Ayuntamiento aseguran que la "seguridad de los mayores" es "una prioridad". Lamentan las molestias que puedan ocasionar y se ha establecido un plan de reubicación para asegurar el alojamiento y bienestar de los afectados durante el tiempo que dure la obra.
Además, los vecinos del edificio podrán volver a su apartamento tras finalizar las reformas.