El Ayuntamiento ha aprobado el plan especial de protección y puesta en valor de las antiguas murallas árabe y cristiana de Madrid, así como de la edificación existente en el ámbito.
El objetivo es dar a conocer a la ciudadanía estos restos históricos que son parte del origen de la capital.
El plan contempla el entorno constituido por tres manzanas discontinuas del casco histórico (escalinata-espejo, almendro-Cava Baja y parque del Emir).
Se amplía a un área de protección de la muralla (de 300.873,50 m2) que engloba las manzanas anteriores y también las parcelas edificables públicas y privadas, parte del viario y espacios libres que contienen o pueden contener restos de la antigua muralla de Madrid, cuya existencia se ha constatado o se encuentra documentada históricamente.