Las vacaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, en Marruecos siguen generando controversia. El Frente Polisario niega que no tenga trascendencia política, tal y como sostiene La Moncloa, y, asegura, con el gesto España defiende a un régimen que vulnera los Derechos Humanos.
En España también hay quien interpreta la elección de Sánchez como una muestra de complacencia o un acto de soberbia. Además, este jueves han trascendido conversaciones que certificarían el intento del Gobierno de España de buscar un acercamiento con Marruecos tras la crisis migratoria con este país.
Mientras, en La Mareta, en Lanzarote, esperaban a Sánchez esta semana, pero a última hora improvisó ir a Marruecos.
Su entorno defiende ese viaje como una decisión privada sobre la que no nada hay que decir.
Pero lo critican sus socios. Sumar habla de complacencia y Vox censura que Sánchez prefiera Marruecos a España. Desde el PP, se insiste en que es "un acto de soberbia desde el punto y hora que todavía no conocemos la polítia internacional en relación a Marruecos".