Morante de la Puebla logró ayer su segunda Puerta del Príncipe de su carrera al cortar dos orejas y rabo al cuarto toro de la décima corrida de esta feria de abril en Sevilla. Su toreo provocó que centenares de personas le llevasen a hombros por toda Sevilla hasta el hotel.
La tarde del 26 de abril ya ha entrado en la historia de la tauromaquia gracias al torero de la ribera del Guadalquivir. Morante exaltó el arte de torear para lograr el primer rabo concedido a un matador en la Plaza de la Maestranza tras más de cincuenta años.
Medio siglo después
El diestro sevillano Morante de la Puebla le cortó un rabo -premio que no se concedía en esta plaza a un torero de a pie desde hace 52 años- al cuarto toro de la corrida de hoy de la feria de Abril de Sevilla, tras el que fue todo un recital de tauromaquia, tanto con el capote como con la muleta.
Tan histórico galardón -el último lo paseó Ruiz Miguel de un toro de Miura en la feria de Abril de 1971- tuvo también un aire de compensación para el de La Puebla del Río por parte de un público que pareció arrepentirse de la displicencia con que trató el pasado lunes a este mismo torero a pesar de que dio una tarde también antológica.