El líder opositor ruso Alexéi Navalni compareció este jueves por videoconferencia ante el Tribunal Supremo, al que demandó desde la cárcel más tiempo para comer y más libros religiosos.
Navalni criticó las reglas que limitan a 15 minutos el tiempo para comer, "por lo que te quemas la lengua", informó el equipo del opositor en su canal de Telegram. Como ejemplo, mencionó la imposibilidad de ingerir la sopa fideos instantánea, que tiene que ser preparada con agua hirviendo.
En cuanto a los libros religiosos, el opositor argumentó que "incluso en tiempos soviéticos, según las memorias de disidentes, se podían tener más libros". "Pero las restricciones a la literatura religiosa se aplican a todas las religiones, lo que infringe los derechos de los convictos", dijo. El juez del Supremo rechazó las demandas presentadas por el encarcelado opositor, según informó el equipo de Navalni.
Navalni reapareció la víspera por primera vez desde su traslado en diciembre a una cárcel en el círculo polar ártico en el marco de una vista que abordó una reclamación contra su anterior prisión, situada en la región de Vladímir.
El político llegó a la penitenciaría IK-3, más conocida como "Lobo polar", del distrito autónomo de Yamalo-Nenets el 23 de diciembre tras 20 días de singladura desde Moscú a la localidad de Jarp con escalas en varias ciudades.
Los abogados y correligionarios del opositor no supieron nada sobre su paradero entre el 6 y el 25 de diciembre, tiempo en el que se produjo el traslado de Navalni a la nueva prisión.
La localidad de Jarp, que tiene unos 6.000 habitantes, se encuentra a casi 2.000 kilómetros de Moscú y a menos de 50 kilómetros de Salejard, la capital administrativa de Yamalo-Nenets, territorio con una superficie mayor que la de Francia, pero poblada por solo medio millón de habitantes.
Navalni, que cumple casi 30 años de cárcel por diversos delitos, fue trasladado al "Lobo polar" tras anunciar una campaña contra la reelección en 2024 del presidente Vladímir Putin, en el poder desde el año 2000.