En Canarias, la crisis por los inmigrantes en el puerto de Arguineguin continúa aunque el hacinamiento se va reduciendo porque esta mañana se ha producido un nuevo traslado de migrantes a las instalaciones militares de Barranco Seco. Ahora mismo hay alojadas alrededor de 400 personas.
La situación sigue siendo desesperada para los migrantes hacinados en el Puerto de Arguineguín, donde quedan unos mil, y los traslados a campamentos o apartamentos no están siendo suficientes, pese a que este mañana de viernes se ha producido un nuevo traslado de migrantes.
Muelle a tope
Los voluntarios de Cruz Roja se desesperan en el muelle de Arguineguín en su intento de hacer llevaderas unas condiciones de recepción a quien baja de una patera. Trabajan con aforos que multiplican varias veces los topes admisibles en los 2.000 metros cuadrados del muelle.
Además, y aunque en esta jornada no se ha producido ninguna llegada, las autoridades temen que lleguen más inmigrantes en pateras durante los próximos días. En lo que va de año han llegado más de 17.000 inmigrantes a Canarias.
Un juzgado inspecciona el muelle
Una comisión judicial ha efectuado una inspección ocular en el muelle de Arguineguín, para comprobar la situación en la que se encuentran los inmigrantes congregados allí, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
La inspección se produce en el marco de las diligencias previas incoadas por la reciente denuncia de la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, sobre las condiciones de los inmigrantes, se indica en un comunicado.
La inspección, dirigida por la autoridad judicial al frente del Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana, levantó acta de la situación en la que se encuentran los inmigrantes, y resolverá al respecto en los próximos días.
Los tipos penales cuya posible comisión se investiga son, en el actual momento, indeterminados, al igual que sus eventuales responsables, se precisa en la nota.
La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, acudió al Juzgado el pasado 28 de octubre para denunciar, según sus propias palabras, las “condiciones infrahumanas” que, a su entender, sufren los migrantes en el puerto moganero.