El presidente del PP, Pablo Casado, anunció que su formación ha decidido acudir a la Fiscalía General del Estado para que “dirima qué es lo que pasó” en el encuentro que mantuvieron el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez, habida cuenta de que el ministro “no quiere comparecer en sede parlamentaria” por esa cuestión.
De esta forma, Casado dijo que espera encontrar respuesta a “por qué la vicepresidenta de un régimen dictatorial que tiene su entrada prohibida a la Unión Europea (UE) pudo transitar por suelo español sin que fuera deportada ni denunciada”. También a “por qué ha mentido hasta en seis ocasiones (Ábalos) y ahora echa la culpa al ministro del Interior y a la Policía Nacional”.
A esto unió que “el jefe” de Ábalos, refiriéndose a Pedro Sánchez, sostenga que así se evitó un conflicto diplomático cuando, según Casado, lo que ocurrió es que “se abrió un conflicto en la UE de jurisdicción” porque “una persona buscada por crímenes contra la humanidad y los derechos humanos vino a España y no fue ni siquiera apercibida por el Gobierno”.
Casado incidió en que un miembro del Gobierno de España debería haber instado “inmediatamente” a la deportación de la vicepresidenta de Nicolás Maduro o tendría, incluso, que haberla “denunciado” para que pudiera ser procesada ante “los casos abiertos que tiene en España por malversación de fondos de la dictadura chavista”.
También Vox ha presentado una denuncia ante la Fiscalía contra el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, por su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
En su escrito a la Fiscalía, Vox expone que el ministro “ha cambiado de versión en varias ocasiones, pasando incluso de negar su encuentro con Rodríguez a admitirlo”. De hecho, continúa la formación liderada por Santiago Abascal, “reconoció desconocer qué hizo la vicepresidente [sic] chavista una vez que Ábalos abandonó el avión”, lo que le permite colegir la posibilidad de que “Rodríguez abandonara el avión y estuviera en la sala VIP del aeropuerto de Madrid, tal y como se ha puesto de manifiesto en algún medio de comunicación”. Vox también incide en que “entre la localización de las pistas de aviones privados y de la sala de frontera no existe diferenciación”, por lo que, al reconocerse que Rodríguez estuvo en la terminal ejecutiva de vuelos privados, se tuvo que haber procedido a examinar su pasaporte, registrar su tránsito por España y aplicar las sanciones de la UE.
Por ello, reclama que se tome declaración a Ábalos, que se soliciten los nombres de las personas que intervinieron en el encuentro y que se reclame la autorización del aterrizaje del avión que transportaba a Rodríguez al aeropuerto madrileño así como el control de pasaporte de los ocupantes del avión en el que viajaba Rodríguez, la comprobación de los registros de entrada de personas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las grabaciones de la sala VIP en la que podría haber estado Rodríguez.
El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha asegurado no sentirse víctima de la situación creada por su reunión con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y ha respondido a quienes consideran que se ha comido "un marrón": "Encantado de comerme los marrones si puedo resolver". "Yo no he pagado ningún pato porque tengo un compromiso con este país, un compromiso con la paz y la democracia y con la comunidad internacional", ha añadido.
Por su parte, el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha negado en Oviedo que supiera que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, iba a viajar a España ni que quisiera reunirse con él.