Hasta las elecciones de julio de 2023 la amnistía era inconstitucional para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y para el PSOE. Pero el discurso empezó a cambiar en la misma noche electoral, la investidura de Sánchez dependía del 'sí' del partido de Carles Puigdemont y eso pasaba por aprobar una ley de amnistía.
El presidente del Gobierno rechazaba la amnistía en 2022, afirmando que era inconstitucional, y así lo mantuvo incluso durante la campaña electoral de julio del año pasado.
El discurso de Pedro Sánchez empezó a cambiar al día siguiente de las elecciones, porque su investidura dependía del partido de Puigdemont y de sus siete votos.
Tras negarla en campaña, el PSOE registro la ley de amnistía en el Congreso y Sánchez fue investido presidente.
Con su cambio de opinión arrastró a todos sus ministros: María Jesús Montero, Fernando Grande Marlaska, y hasta la hoy presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, entonces vicepresidenta de su gobierno que afirmaba, con rotundidad, que "la amnistía no es planteable en un estado democrático porque sería como suprimir uno de los tres poderes: el judicial"·