'Joker', el archivillano enemigo de Batman, y ahora interpretado por Joaquín Phoenix, es uno de los estrenos más esperados del año y también uno de los más polémicos.
Hay quienes acusan a este filme de mantener una posición ambigua respecto a la violencia. Temen que incluso incite a imitadores.
20 de julio de 2012. Colorado. Estados Unidos. Un joven de 23 años entra en un cine en el estreno de la película de Batman ‘El caballero Oscuro. La Leyenda Renace’. Sus disparos matan a 12 personas y hieren a otras 159. Cuando la policía detiene al autor, James Holmes, les dice que pueden llamarle ‘Joker’. Una vez más, se reabre el debate sobre si este tipo de antihéroes y de películas inspiran a los asesinos reales.
Siete años después de aquella tragedia regresa el ‘Joker’. No es una película cualquiera de superhéroes: viene de ganar nada menos que el León de Oro en Venecia. Eso no es consuelo para los familiares de las víctimas de Colorado, que han protestado a la productora Warner porque creen que esta visión victimista y fascinante del villano de la sonrisa puede incitar a la violencia.
Se estrena en 4.300 cines, sólo en Estados Unidos. El miedo se ha extendido por el país: muchos cines no permitirán acceder a las salas con disfraces o maquillaje.
Los espectadores están divididos al respecto. La controversia no es nueva. Retrocedamos al 71 cuando se estrenó ‘La naranja mecánica’. Hubo bandas de jóvenes imitadores en el Reino Unido que emularon a los cuatro protagonistas de la película. El director, Stanley Kubrick, siempre se arrepintió de haberles inspirado con su creación.
Otras películas también preocuparon. En el 78, 'Superman', interpretado por Christopher Reeve, provocó accidentes fatales porque algunos niños trataban de imitar el vuelo del héroe de la capa.
Por no hablar de los innumerables "rambos" que ha inspirado el ‘Rambo acorralado’ original. Una joya del 82.
El director del 'Joker', Todd Phililps, defiende que hay que mostrar que la violencia no es como en los dibujos animados. Tiene consecuencias reales.