En la isla de La Palma están este viernes muy pendientes de la alerta naranja por lluvias, porque el agua podría generar graves consecuencias al contactar con la ceniza acumulada.
Si la lluvia se mezcla con la ceniza volcánica puede producir un barro que atasque los desagües y aumente el peso de la capa que ya están soportando los tejados aumentando el riesgo de derrumbes e inundaciones.
Los técnicos también vigilan la nueva colada que se formó ayer y que ya ha provocado importantes destrozos, en el barrio Las Manchas.
Las nubes y la lluvia tapaban este viernes la imagen del volcán. Las autoridades piden precaución porque la mezcla de cenizas, piroclastos y el agua pueden formar flujos de lodo con los que hay que tener cuidado.
Mientras, el aeropuerto de La Palma sigue inoperativo por la acumulación de ceniza. Y los expertos siguen muy pendientes de la actividad del volcán después de que la nueva colada haya engullido el cementerio de las Manchas con 5.000 nichos y el único crematorio de la isla.
La lava ya ha cubierto una superficie de más de 1.100 hectáreas destruyendo 1.484 edificaciones.