El Rembrandt retratista, por primera vez en España en una exposición en el Museo Thyssen
MARTA LICERAS VELA
Una excepcional selección de casi un centenar de pinturas y grabados, que incluye algunos de los mejores ejemplos de Rembrandt y de otros artistas de la época. Y aquí en Madrid, en el Museo Thyssen en una exposición temporal hasta el 24 de mayo.
Las obras proceden de museos y colecciones privadas de todo el mundo, con préstamos destacados del Ámsterdam Museum, el Rijksmuseum, el Metropolitan de Nueva York, la National Gallery de Washington, y buena parte de ellos no han sido vistos nunca en España.
Cuando Rembrandt llegó a Ámsterdam el retrato era el género de moda y enseguida se hizo un hueco por la excelente calidad de sus pinturas. Eso sí, nunca consintió que otros pintores o sus clientes dieran su opinión o quisieran cambiar sus obras.
El maestro no siguió el estilo de la época y aportó su estilo. Una enorme naturalidad, tanto en el gesto como en el movimiento, el reflejo de las emociones del retratado, la complicidad con el espectador y su forma de iluminar: Rembrandt daba luz a una parte del rostro y dejaba otra en penumbra. Era su forma de destacar determinadas facciones.
Una técnica pictórica, que con el tiempo ha sido conocida como el triángulo de Rembrandt: proporciona dramatismo a la escena y potencia los detalles.
Junto a 39 retratos del genio del Barroco, se presentan importantes ejemplos de otros artistas activos como él en Ámsterdam durante el 'Siglo de oro' holandés, sumando un total de 80 pinturas, 16 grabados y una plancha de grabado.