Nueve de cada diez familias españolas comparten, al menos, una foto al mes de sus hijos en las redes sociales. Una práctica que puede ser peligrosa. Al subir una imagen a internet se pierde el control sobre ella. Pudiéndose utilizar con fines publicitarios u otros más oscuros, como la pornografía infantil.
Muchos padres lo hacen de manera inocente para mostrar su felicidad y la de su familia, es el 'Sharenting', la práctica de compartir imágenes de menores online.
Cuatro de cada 10 chavales, además, siente en algún momento vergüenza de las fotos subidas por sus padres.