Los deportistas de élite cada vez cuidan más su salud mental, y no son pocos los casos como el de la gimnasta norteamericana Simone Biles que deciden parar para recuperarse de la gran presión que sufren.
En los Juegos Olímpicos de París la hemos visto volver a lo grande, pero también hemos asistido al drama de otros atletas al caer eliminados. Sin ir más lejos, sobrecoge escuchar el llanto de la judoca japonesa Uta Abe: en sus gritos va el dolor de caer eliminada.
“No muestra sentimientos de tristeza”, analiza Sergio Parra, psicólogo deportivo, “muestra una explosión de frustración, quizá por expectativas desajustadas”.
Rocío Pomares, psicóloga deportiva, explica que en estos deportistas, sobre todo en los atletas que juegan las Olimpiadas, cuando pierden hay que “pensar a cuatro años”, y que para muchos de ellos “según su edad” se trata de “una pérdida real, de lo más importante de su vida”.
Atletas como Ricky Rubio o Simone Biles supieron parar anteponiendo su salud mental. La gimnasta fue la primera estrella del deporte de élite en poner sobre la mesa el tema de la salud mental. Ahora, ha regresado a la competición en estos juegos que se celebran en París en plena forma.
“Estamos viendo cada vez más más deportistas que se están sabiendo escuchar” afirma Rocío Pomares, que añade: “es muy importante saber cuándo parar aunque estés en la élite”.