El 14,9% de las personas jóvenes de entre 16 y 29 años en España (1,5 de cada 10) están emancipadas, 2,4 puntos menos que en el mismo semestre de 2020, la cifra más baja de este siglo (desde 1998), según el Observatorio de Emancipación correspondiente al primer semestre de 2021, elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE).
El informe, presentado este jueves, señala que este dato es "un marcador unívoco de la precariedad que la juventud española arrastra de forma endémica" y "refuerza la tesis del CJE en relación con el empeoramiento progresivo de las condiciones de vida de las personas jóvenes".
"Si la gran crisis económica que comenzó en 2008 ya lastró de forma permanente las trayectorias vitales de toda una generación, la crisis de 2020, agravada por la pandemia de la COVID-19, está teniendo unos efectos incluso peores, dado que las personas jóvenes que los sufren se encuentran en una situación de partida más precaria que la de la generación que las precedió", se lee en el estudio.
Por tramos de edad, la tasa de emancipación más baja se observa en los jóvenes de 16 a 24 años (solo un 4% de ellos está emancipado) y sube hasta el 33,9% entre los jóvenes de 25 a 29 años, es decir, algo más de 3 de cada 10 de ellos vivían ya fuera del hogar familiar.
El informe también revela "un paulatino incremento" del porcentaje de jóvenes de 30 a 34 años que viven con sus padres, es decir, no emancipados, que aumentó hasta un 32,9% en el primer semestre de 2021, 1,8 puntos más que en el semestre anterior.
Atendiendo a la distribución por sexos, en la primera mitad de 2021 la tasa de emancipación de las mujeres jóvenes se redujo en 2 puntos, situándose en el 17,8%, y se mantuvo más estable entre los hombres, situándose en un 12,2%.
Uno de los datos que destaca el CJE es la tasa de temporalidad juvenil, que aumentó para este período 5,8 puntos. Además, aunque se está produciendo una recuperación del empleo, cuya tasa ha subido hasta el 38,4%, el Consejo de la Juventud advierte de que las condiciones en las que se está dando no contribuyen a mejorar la calidad del empleo joven.
De los datos se desprende que el salario medio percibido por una persona menor de 30 años en España es de 12.536,66 euros netos anuales, con una disminución interanual del 1,09%. Sin embargo, el 61,6% del total de personas jóvenes no tenía salario y en un 15,4% de los hogares jóvenes ninguno de sus integrantes tenía trabajo.