Fumar es una de las causas de la cefalea en racimos, un tipo de dolor de cabeza de episodios agudos y que afecta sobre todo a los hombres, según ha demostrado un estudio genético internacional en el que han participado investigadores del hospital universitario Vall d'Hebron de Barcelona.
Esos brotes de dolor muy agudo, que afectan a un lado de la cabeza, sobre todo alrededor de los ojos y por encima de la oreja y que pueden tener lugar varias veces en un día o incluso cronificarse, se desarrollan, entre otras causas, por factores genéticos.
Por todo ello, para conocer más sobre las causas de la enfermedad, el equipo investigador, formado por profesionales del grupo de Cefalea y Dolor Neurológico del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), ha llevado a cabo un estudio genético para identificar regiones del genoma asociadas a un mayor riesgo.
En concreto, se han detectado ocho regiones del genoma asociadas a un mayor riesgo de sufrir cefalea en racimos, donde se encuentran varios genes relacionados con el cerebro y las arterias, lo cual refuerza el papel que pueden tener los vasos sanguíneos en la patología, según la investigación.
Así, el estudio confirma la relación causa-efecto entre el tabaco y la cefalea en racimos, es decir, que el hábito de fumar es una causa de este tipo de cefalea.
Si bien se desconocen en detalle los mecanismos, los investigadores destacan que "el tabaco afecta a la expresión de algunos genes relacionados con el desarrollo de esta patología".
"Estos resultados van en la línea con los datos que conocíamos previamente, ya que aproximadamente un 80% de las personas con cefalea en racimos fuma y, entre las que no, la mayoría han estado al menos expuestos al humo del tabaco de los padres durante la infancia", señala la jefa de Sección del Servicio de Neurología y de la Unidad de Cefalea del Hospital Universitario Vall d’Hebron, Patricia Pozo-Rosich.
La neuróloga, que destaca que los efectos del tabaco en los genes pueden permanecer durante décadas, enfatiza que las conclusiones del estudio dan aún más razones para evitar fumar o, si ya se tiene el hábito, abandonarlo.
Además, claro, de recomendar a los que ya tienen cefalea en racimo dejar de fumar, pues "el tabaco acostumbra a comportar síntomas más graves y hace más difícil la respuesta al tratamiento".
Los investigadores analizaron también la relación genética de la cefalea en racimos con la depresión, el comportamiento desafiante, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el dolor musculoesquelético o la migraña.
El estudio internacional, publicado en la revista "Annals of Neurology", se basó en datos genéticos de 4.777 pacientes con cefalea en racimos y 31.575 personas sanas, mayoritariamente de Europa y también de Asia del Este.
Se trata, a diferencia de estudios anteriores, destacan, de un análisis con una muestra muy elevada de pacientes, una amplitud de muestreo que ha sido posible gracias a la creación del Consorcio Internacional de la Genética de la Cefalea en Racimos, con la participación de 16 grupos de investigación en cefalea de 13 países distintos y que seguirán trabajando para conocer las causas genéticas de esta enfermedad.