La pandemia ha multiplicado las condiciones de vulnerabilidad de los más desprotegidos. Es el caso de las víctimas de trata y explotación sexual. Cerca de 2.400 personas han sido atendidas en 2021 en la Comunidad de Madrid ejerciendo la prostitución sobre todo en pisos clandestinos.
Procedentes de Rumania, Colombia, República Dominicana o Ecuador, llegaban aquí en busca de una vida mejor pero el 76% terminaron ejerciendo la prostitución, ahora en peores condiciones sanitarias.
“Es una tasa de contagio un 175% superior a la media de la ciudadanía española”, explica Miguel Ángel del Olmo, coordinador nacional de In Genero.
Por la pérdida de sus trabajos en la pandemia
El 44 por ciento se han encontrado en pisos privados tras el cierre de algunos clubes nocturnos. Por el miedo o la presión policial, se han ocultado más en los pisos.
Solo un 20 por ciento tiene nacionalidad española pero es un 2,7 más que en 2020. Con cargas familiares en su mayoría, la media de edad asciende a 36 años incorporándose aquellos que han perdido su trabajo en otros ámbitos.
“Han empezado a ejercer a raíz de perder sus trabajos, en el ámbito sobre todo del cuidado de personas mayores o de la limpieza”, explica Aurora Ruiz, trabajadora social.
Más allá de una ayuda puntual -económica o de alimentos- la necesidad prioritaria es el acceso al trabajo para quienes quieren abandonar.