Este verano la Comunidad de Madrid contará con 100 nuevos bomberos. Una nueva promoción que estos días ultima su formación. Hoy les hemos visitado en una de las maniobras que más vidas se ha cobrado entre estos profesionales: el atrapamiento en un incendio forestal.
Es fundamental conocer y practicar este tipo de situaciones en las que el humo y las llamas impiden la progresión de la dotación. Es una posibilidad, un momento crítico en el que hay que saber cómo reaccionar con los medios que se tiene al alcance.
Unos aspersores riegan el exterior del camión para rebajar la temperatura y evitar que se incendie. El el interior, el grupo de profesionales tratan de resistir, de ganar tiempo mientras son rescatados o las condiciones permiten la evacuación del lugar.
Los equipos de protección respiratoria proporcionan aire para soportar el humo que vuelve tóxico en interior de la cabina. Pero cuando se agota la reserva de aire hay que salir al exterior y realizar maniobras de autoprotección. Agrupados, con mantas térmicas y usando algunas de las líneas de agua para rociarla sobre ellos y crear una barrera contra el fuego.