Cáritas es sinónimo de solidaridad. En el último trimestre sólo en Madrid ha atendido a más de 11.350 familias. Las residencias en las que acogen familias sin hogar están al cien por cien de ocupación y en ellas no sólo les dan techo a los necesitados sino mucho más.
Por ejemplo, los voluntarios de esta fundación de la Iglesia Católica se ocupan por las tardes de los niños para que sus padres puedan trabajar, buscar empleo o acudir a cursos de formación. Es el caso de niños como Libertad y Said quienes cuentan a Telemadrid lo que están preparando para Navidad.
Una madre soltera tiene un niño, Mustafá, de tres años y otra, Carla, dos hijos. Cada tarde sus hijos asisten a un Centro Educacional del Menor de Cáritas en el que dan mucho más que un apoyo educativo a cerca de cien pequeños. “Reciben formación y están en un espacio cálido donde tienen también alegría”, comentan los responsables y los padres.
Después del colegio durante dos horas los niños meriendan, tienen tutorías, realizan los deberes y se divierten. Son centros de prevención socio-educativa que tienen un doble objetivo: Formar en valores a los menores y dejar tiempo a sus padres para realizar tareas importantes e imprescindibles.