Casi la mitad de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en 2018 había consumido alcohol, drogas o psicofármacos.
Son las conclusiones más llamativas de un informe del Instituto Nacional de Toxicología. El perfil de estos conductores corresponde a un hombre, de entre 25 y 54 años.
La principal causa de esos accidentes mortales sigue siendo el alcohol, aunque desciende en favor del consumo de drogas.
El cannabis sigue siendo la droga más consumida (59,8%), seguida de la cocaína, (51%), mientras que la combinación alcohol-cocaína se ha registrado en un 39% de los casos y la de alcohol-cannabis en el 28,3%. También dieron positivo, precisamente, en alcohol y drogas casi un 40% de los fallecidos en un atropello. De los 143 peatones atropellados, un tercio sobrepasaba la tasa de alcohol. El año pasado 1200 personas ingresaron en prisión por delitos contra la seguridad vial.
"Estamos en el buen camino"
A pesar de estas cifras en drogas, el director general de Tráfico (DGT), Pere Navarro, cree que España está en el "buen camino" con los 130.000 controles que la Guardia Civil hizo durante el año pasado en las vías españolas. Ha achacado el alto nivel de consumo de estas sustancias a uno de los "costes" de que el país esté "en la ruta" de Marruecos, "primer productor de Cannabis del mundo".
Navarro se ha mostrado más preocupado por los niveles altos de consumo de alcohol en los conductores analizados. "No es que no sepan que no pueden beber alcohol al volante. La explicación que le veo es que tiene sensación de impunidad y creen que es difícil que les cojan", ha declarado, antes de señalar que se aumentarán los controles en este sentido, como se viene haciendo cada año.